La hazaña del granadero Leonti Korennói, que tuvo lugar el 4 de octubre de 1813 durante la famosa «batalla de las Naciones» en Leipzig, sirvió de tema para el cuadro de P. I. Babáev. El batallón del regimiento finlandés de la Guardia Imperial, atacado por fuerzas del enemigo considerablemente superiores, empezó a replegarse. Korennói, junto con otros granaderos, posibilitó que el comandante y los soldados heridos pudieran retroceder. Todavía vivo —el único de entre todos los granaderos— y con dieciocho heridas en el cuerpo, fue apresado por el enemigo. Napoleón lo puso de ejemplo ante soldados franceses y lo dejó en libertad. Por el valor demostrado, Korennói fue ascendido y se convirtió en el portaestandarte de su regimiento. También se le condecoró con una medalla especial de plata colgante con la inscripción «Por el amor a la Patria».
