Eudoxia Fiódorovna Lopujiná (1669-1731) era hija de un comandante de los streltsí, Fiódor Lopujín. Fue la última zarina de origen ruso y la primera mujer de Pedro I (1689-1698). El 23 de septiembre de 1698 su marido la desterró al convento del Manto de la Virgen de Súzdal, donde tomó los hábitos con el nombre de Elena. Hasta el fallecimiento de su exmarido, vivió bajo rigurosa vigilancia en distintos monasterios. En 1725 fue trasladada y confinada en secreto en Schlüsselburg, en calidad de criminal de Estado. Después de la entronización de su nieto, el emperador Pedro II, fue llamada a Moscú donde la recibieron con grandes honores. Desde entonces residió primero en el monasterio de la Ascensión, en el Kremlin, y luego en el de Novodévichi.