La trama del cuadro tiene como telón de fondo la época en que en Rusia había dos zares menores de edad, Iván y Pedro Alekséievich, aunque el gobierno estaba de facto en manos de la zarevna Sofia Alekséievna. Bajo el baldaquín se distingue el trono doble destinado a Pedro, de diez años, e Iván, de dieciséis. El 5 de julio de 1682, en presencia del patriarca Joaquín (Ioakim) y de los miembros de la realeza, tuvo lugar, en la Cámara Facetada, el famoso «Debate sobre la Fe», una discusión sobre la reforma de los cánones de la liturgia ortodoxa rusa acometida por el patriarca Nikon. Los cismáticos, que no reconocían esta reforma, exigían el retorno a los preceptos y ritos tradicionales. El debate acabó con una trifulca y no se adoptó ninguna solución. Al día siguiente, el instigador de la disputa, el sacerdote de Súzdal Nikita Pustosviat, fue ajusticiado. El zar Pedro I, debido a su minoría de edad, no tomó parte en el debate. La respuesta enérgica y firme a los cismáticos que le atribuyeron los historiógrafos en épocas posteriores forma parte de la leyenda.
