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Korzhev Helio,
Óleo sobre lienzo
200 х 150
Museo Estatal de Arte Ruso, San Petersburgo
Se puede atribuir el aspecto provocador de Las huellas de la guerra de la serie Quemados por la llama de la guerra (1962—67) de Korzhev a la materialidad de su áspera superficie granulosa y al enorme tamaño del tema representado. La imagen del soldado que perdió un ojo en la II Guerra Mundial nos ofrece una mirada honrada sobre las consecuencias desfiguradoras de un acontecimiento catastrófico. El cuadro da igualmente testimonio del heroísmo del soldado soviético, que aquí se expresa mediante un retrato anónimo y por lo tanto fácilmente generalizable. El uniforme militar está reproducido con exactitud histórica en tanto que el primer plano del soldado sobre un sencillo fondo liso recuerda el formato de la fotografía para un documento de identidad. Las huellas de la guerra consigue desvanecer los límites entre la representación de un individuo que sufre y la alegoría de la ubicuidad del sufrimiento en la Unión Soviética como consecuencia de la Gran Guerra Patria.