Catalina II aparece retratada con indumentaria de viaje: con gorro de marta cebellina y caftán adornado con brocado de oro y botones abrochados en los ojales con borlas decorativas. Sobre el pecho lleva prendida la estrella de la orden del apóstol San Andrés Protocletos).

Catalina II (Yekaterina Alekséievna) (1729—1796)
De nombre Sofía Federica Augusta von Anhalt-Zerbst y princesa de nacimiento, la futura emperatriz Catalina II nació en la ciudad alemana de Stettin. En 1744 llegó a Rusia en calidad de prometida del gran duque Pedro Fiódorovich. En ese mismo año abrazó la ortodoxia con el nombre de Yekaterina Alekséievna y, en agosto de 1745, tuvieron lugar los esponsales con Pedro Fiódorovich. En 1754 dio a luz al heredero, el futuro emperador Pablo I. Como la relación conyugal no llegó a cuajar, Pedro III tenía la intención de encerrar a su esposa en un convento. No obstante, en el verano de 1762 ésta lideró un golpe de Estado de la Guardia Imperial que destronó a su marido y la proclamó emperatriz. Durante los primeros años de gobierno siguió la política del absolutismo ilustrado, pero después de la sublevación campesina encabezada por Yemelián Pugachov (1773—1775) y de la Revolución francesa (1789) endureció su régimen. Libró guerras victoriosas contra Turquía (1768-1774; 1787—1792) y contra Suecia (1788—1790). Durante los años de su reinado, Crimea (1783), la costa norte del Mar Negro, territorios bálticos, zonas orientales de Polonia y las islas Aleutianas pasaron a formar parte del Imperio Ruso; asimismo, se crearon colonias rusas en Alaska y se tomó bajo protección a Georgia Oriental. El prestigio de Rusia en Europa creció de forma exponencial.