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Témpera sobre madera
142,5 x 94,3 x 2,5
Museo Estatal de Arte Ruso, San Petersburgo
Пост. в 1913 г. из коллекции Н.П. Лихачева
Cedido en 1913 de la colección de N. P. Lijachev.
Borís y Gleb (bautizados con los nombres de Román y David, respectivamente) son los primeros y más venerados santos rusos, hijos menores de san Vladímir, el gran príncipe de la Rus de Kiev (entre 980 y 1015), a la cual cristianizó en 988. Según se dice, fueron asesinados en 1015 por su hermano Sviatopolk I de Kiev, deshaciéndose así de los pretendientes al trono. Tras 1037, por solicitud de su hermano Yaroslav I el Sabio, fueron canonizados en Constantinopla.
Este tipo de iconografía surgió en los siglos XI–XII. Las figuras de Borís y Gleb comparten características de otros mártires y príncipes guerreros, protectores del territorio ruso. Borís, el príncipe de Rostov, se representa con bigote y barba; mientras que Gleb, príncipe de Múrom, aparece con los cabellos a la altura de los hombros. Ambos santos tienen una cruz en las manos, símbolo de su muerte como mártires, y una espada, atributo de su poder como príncipes.
De todas las obras pertenecientes al Museo Ruso, el icono de Borís y Gleb es una de las más antiguas. No existe consenso sobre el lugar y momento de su creación.