Cedido en 1933 por la Tienda de Antigüedades tras exponerlo en el extranjero entre 1929 y 1932.
Encontrado en la iglesia de la mártir Varvara en Pskov y traído por una expedición en 1926.
Descubierto en 1926–1927 en el centro de restauraciones TsGPM.

San Demetrio de Tesalónica es uno de los más venerados guerreros mártires junto con san Jorge de Capadocia. Ambos se encuentran con frecuencia en el arte del Imperio Bizantino. San Demetrio vivió a finales del siglo III y principios del IV. Tiene raíces patricias y fue guerrero. Según algunas fuentes, sirvió como procónsul de Salónica. De acuerdo a los antiguos martirologios, fue condenado por predicar el cristianismo en tiempos del emperador Maximiliano en la ciudad romana de Sirmione, al norte de los Balcanes (festividad el 26 de octubre). Desde el siglo VI, el nombre de ese santo está estrechamente relacionado con Salónica, donde se erigió un templo-santuario sobre sus restos. Durante el transcurso de toda la Edad Media, el martyrium de san Demetrio fue uno de los más conocidos centros de peregrinaje, pues la reliquia del santo (que despedía crisma) y sus milagrosos iconos gozaban de una gran fuerza curativa. Demetrio era considerado el protector celestial de Salónica: un valeroso defensor contra el ataque de los enemigos, los cuales temblaban solo con escuchar su nombre, y cuyo feroz semblante se les aparecía en sueños rodeando las murallas y causándoles espanto.
En la antigua Rus, a Demetrio se lo veía como el protector del ejército y de los príncipes, muchos de los cuales llevaron su nombre. En la Rus del siglo XII aparecieron reliquias relacionadas con el santo.
Además, a partir del siglo XIV, la faz del guerrero sufre una evidente evolución: la valentía y la protección pasan a un segundo plano y se le confiere más importancia a la indulgencia, la observación y la abstracción. La fisionomía aristocrática de Demetrio es atípica para el arte de Pskov, pero a pesar de sus peculiaridades, el icono consta como una de las obras de mayor envergadura de dicho centro artístico. Con respecto al anterior período de expresión de la pintura del antiguo Pskov, el icono comparte cierta tensión psicológica en la faz. Posee varios rasgos característicos: el colorido en combinación con el bermellón, el verde y los tonos térreos; las líneas de pan de oro en los ropajes; su singular escritura; y el tono oscuro gris aceitunado y el cinabrio aclarado casi imperceptible.