Éste es el panel central de Comunistas, el tríptico más famoso de Korzhev, que sirvió de manifiesto pictórico del Estilo Austero de la década de 1960. Aunque dedicada oficialmente a los acontecimientos de la Revolución, esta obra refleja el impacto emocional de la II Guerra Mundial, que empezó a representarse de una manera más dramática durante la época del “deshielo” de Nikita Kruschov, cuando el arte soviético abandonó la ostentación y la pomposidad típicas del arte de la era estalinista. Entre las características del Estilo Austero, cabe citar una escala monumental, un punto de vista inusual y teatral y unos cortes cinemáticos que obligan al espectador a prolongar la escena más allá de los limites del marco. Korzhev potencia el dinamismo de la composición mediante la intersección de las líneas diagonales del asta de la bandera y los raíles del tranvía. La fuerza de esta imagen radica también en el riguroso realismo de las figuras y en la predominancia de los tonos ocres, sobre los que destaca el rojo vivo de la bandera.
